Thursday, February 22, 2007

Salvan influencias a sobrino de Nati

Nota: QUE DIFERENCIA DE TRATO DEL QUE RECIBIÓ MI HIJO.
Vuelvo a postear mi historia, una de tantas y luego, pasamos a la nota publicada en el periódico El Norte.
COMENTO: Lo que sobran son leyes. Lo que falta es justicia. Que primero demuestren que aplican las leyes en forma justa y luego hablamos.

Una de tantas historias.
Hace 3 años, un sábado como a las 12:00 am. timbra el teléfono. Era mi hijo de 19 años, que había salido de mi casa una hora antes con sus amigos para dirigirse a una fiesta en el municipio de San Pedro Garza García.

- Mamá, sacame de aquí. Estoy en la carcel. Traete 600 pesos para mi y otros 600 para Germán.
-En que carcel hijo, en dónde estás?
-No sé.
-Pregunta.
-En Corregidora.
-Estás bien? Que hiciste? Tomaste?
-Si, pero acuerdate que Germán manejó mi coche, y el no tomó. También está en la carcel. No les llames a sus papás, por favor.
-Voy para allá.

Cuando llegué estaban los otros 3 amigos de mi hijo en la sala de espera. Uno de ellos se había llevado el coche para saber a dónde llevaban a Diego, mi hijo, y a Germán. Me dijeron que al bajarse del coche llegó una pick up con policías antimotines. Los pusieron contra la pared, los revisaron y revisaron el coche. Solo dijeron, tú y tú, subanse. Los esposaron y se los llevaron. No alcanzaron a entrar a la fiesta.

No había nadie en la recepción más que la gente que había acudido a lo mismo que yo. Cuando uno de los policías salió del área de detención, se oyó mucho ruido, risas muy fuertes. Le dije que quería saber por qué habían detendio a mi hijo y su amigo y que quería verlo. Me dijo que no podía pasar, que para saber por que lo habían detenido tenía que esperar hasta el día siguiente a que llegara el juez.

Esperé un rato. Cuando no ví policías en el pasillo del área restringida me metí. Me alcanzó el mismo policía. Me dijo que no podía pasar y que a dónde iba. A buscar a mi hijo; estoy en mi derecho, le dije. Estaban golpeando a un hombre y se reían para que no se oyeran los gemidos. Llegué al área con rejas. Veía muchas caras y en el fondo finalmente ví a mi hijo. Que pasó, le pregunte. No se mamá. A ver sóplame y tú también Germán, les dije. Mi hijo olía a cerveza pero Germán no y además me confirmó que él había manejado. Los tocaron? Sí, para revisarnos, pero no nos hicieron daño.

Los amigos de mi hijo nunca me dejaron sola. Cada vez aumentaba el número de padres que esperaban al juez para que les entregaran a sus hijos. Finalmente, a las 6:00 de la mañana llegó el juez.
-De qué se le acusa a mi hijo?
-Mire señora es que hay que tener mucho cuidado con las amistades de los hijos.
-Cuál fue el delito?
-Bueno, no, no hubo delito; se trata de faltas.
-Cuál fue la falta?
- Es que recibimos una llamada de los vecinos para quejarse de que en la fiesta tenían el volumen muy alto.
-Y éso que tiene que ver con mi hijo? Ni era su fiesta, ni su casa, y aún no estaba adentro. Entonces, digame ahorita mismo cuál fue la falta y muestreme las pruebas en su contra.
- Su hijo traía aliento alcoholico, muy leve, pero lo traía.
- Y que. Él no iba manejando y traer aliento alcoholico no es falta y mucho menos delito. Tengo 7 horas esperando para que me entreguen a mi hijo y a su amigo por que los detuvieron por no hacer nada; así que digame cuál fue la falta antes de que pierda la paciencia.
- Bueno, en realidad no hubo falta, pero solo firme aquí y se puede llevar a su hijo.

En las hojas, originales y copias, escribí que mi hijo y su amigo habían sido víctimas de abuso de autoridad de parte de la policía de San Pedro, añadí los detalles y firmé. Los muchachos recogieron sus pertenencias y nos fuimos.

Mi hijo se fue a estudiar y a trabajar a Estados Unidos. Ahora trabaja en la NASA y no tiene intenciones de volver más que de visita.

AQUÍ VA LA NOTA

Arriba al lugar del incidente Gustavo González Parás, padre del conductor y hermano del Gobernador.- Cuando un sobrino del Gobernador fue interceptado por elementos de Tránsito de Monterrey por conducir zigzagueando, una llamada lo salvó y fue dejado en libertad esta madrugada en el Centro de la Ciudad. Molesto e incluso amenazando con despedir a los agentes viales, Gustavo Adolfo González Gamboa, quien no proporcionó edad, expedía un fuerte olor a alcohol, pero pese a esto no fue sometido a un dictamen médico. Tras el incidente, arribó al lugar Gustavo González Parás, padre del conductor y hermano del Ejecutivo estatal, quien realizó varias llamadas y finalmente los oficiales tuvieron que bajar de la grúa la camioneta Honda CRV, placas RZC 5696, que ya tenían lista para llevársela al corralón. Además, González Gamboa, quien ante los oficiales dijo que su segundo apellido era Hernández, fue dejado en libertad sin ser llevado a dictaminar, y mucho menos pisar las celdas de la Policía regia para su respectivo arresto administrativo por conducir, presuntamente, alcoholizado. Efraín Rosales Mendoza, capitán de Tránsito municipal, informó que el incidente sucedió cerca de las 4:45 horas sobre la calle Hidalgo, en el tramo entre Juárez y Guerrero. El oficial señaló que el familiar del Gobernador conducía la camioneta de reciente modelo e iba acompañado por otro joven, quien los estuvo grabando con una cámara, al igual que a los representantes de los diferentes medios de comunicación. De acuerdo a la versión del oficial, mientras realizaba un rondín de rutina por el área, observó transitar zigzagueando el vehículo sobre la calle Hidalgo, por lo que le marcó el alto al conductor. Luego de que hizo caso omiso a la orden, el paso de González Gamboa fue cerrado por el patrullero, quien de inmediato descendió de la unidad. Con la intención de amedrentarlo, antes de que el oficial le dijera el motivo de su detención, el joven se identificó como familiar del Gobernador. Ante la negativa de ambos ocupantes de bajar del vehículo, y la llegada del papá de González Gamboa, el agente vial solicitó el apoyo de sus compañeros y de la Policía regia. Tras una discusión con el hermano del Ejecutivo estatal, un policía preventivo convenció al joven de bajar de la camioneta y fue subido a una patrulla, pero en cuestión de minutos la situación cambió, pues el conductor fue bajado de la unidad policiaca y le fue entregada la camioneta por "órdenes superiores". El pasado 12 de junio del 2006, González Gamboa también fue detenido conduciendo ebrio en el municipio de San Pedro, pero en aquella ocasión las autoridades no le dieron privilegios y tuvo que pagar la megamulta.
NOTA: (Habría sido diferente si hubiera sido sobrino de Margáin?)
http://www.elnorte.com/local/articulo/719954/default.asp

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